La nutrición se ha puesto de moda. Y como suele pasar con las modas, muchas veces se pierde o se distorsiona la esencia de lo que había en un principio. Y así es como Fernando Aparicio: psiconeuroinmunólogo, naturópata y nutricionista, decidió que necesitaba darle un giro completo a su marca y a su propuesta de valor.
Fernando llevaba unos veinte años trabajando en el mundo de la salud integrativa cuando nos contactó. Y lo que él había observado era que su entorno profesional se había ido convirtiendo progresivamente en un sector elitista, donde la salud se estaba convirtiendo en un lujo. Además, él sentía que la imagen de marca que tenía en ese momento ya no le representaba ni le diferenciaba y entre otras cosas quería huir de la pompa y el protagonismo que parte de la competencia había adoptado. Así que lo primero que hicimos fue deconstruir la imagen de la parte más personal de la marca, su propio nombre. Por eso elegimos una tipografía mono y además gratuita, ya que uno de los mayores valores de Fernando y que más aplica en consulta, es el de la sostenibilidad. Queríamos transmitir la idea de eficacia sin artificios ni ornamentos.
Después de esto nos centramos en trabajar en el naming de su marca, ya que no quería que su nombre y apellido fuesen la estrella del show como era el caso de otras personas del sector. Él hacía hincapié en que conectaba mucho con el espíritu del punk, en el sentido de que veía la salud como un bien de primera necesidad que podía y debía estar al alcance de todos y no de solo unos pocos. Quería rebelarse contra este elitismo y creía que había que devolvérselo al pueblo. A su vez quería ir en contra de la corriente cada vez más generalizada de tratar todo a base de decenas de suplementos carísimos, cuando en muchos casos hay alternativas mucho más ecológicas y sostenibles. Quería hacer un llamamiento a la vuelta a la naturaleza y a utilizar los recursos más básicos. Y así fue como decidimos no esconder su alma punk, sino ponerla en primer plano.
También fue clave trabajar en el tono y voz de la marca, por ser uno de los elementos en los que él se sentía menos representado y en los que más necesitaba encontrar su sitio y diferenciarse del resto.
Una marca que se convierte en el altavoz de un profesional con muchos años de experiencia y sin miedo a decir lo que muchos no quieren escuchar. Una comunicación clara, directa y concisa que permitió tanto a los pacientes que ya trataba, como a los nuevos que llegaron, conocerle mejor y entender su propuesta más a fondo, haciendo más evidentes los beneficios de tratarse con él. Como consecuencia, los nuevos pacientes que llegan ahora a su consulta están mucho más alineados desde el principio con sus valores y su método.
Jamás hubiera pensado que podía construir una marca con esta calidad antes de trabajar con Algobueno. Me sentí muy acompañado en el proceso de exploración y decisión hasta poder sacar a la luz justo lo que deseaba transmitir a mis clientes, lo que me representa.
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